A estas alturas de la vida, no quiero decir que me considere mayor pero........ el derroche de la juventud hace ya tiempo que paso, aún siento ese empuje de vitalidad que unos años atras me llevo a vivir mi vida como si fuese la unica de que dispongo, unas veces con mejor fortuna y otras, las que menos, con peor resultado.
El devenir de los años me ha dado mesura, equilibrio, tranquilidad e incluso a veces paciencia y la sabiduria necesaria para entender que un monton de virtudes esperan ser descubiertas en detrimento de mis defectos, que todavia se me antojan demasiados.
Por todo eso y un monton de cosas mas que la vida tiene de buena, intentare seguir manteniendo mi espiritu intacto, joven y libre, con la unica finalidad de preservar esa vitalidad que me permita " vivir para ver y ver para creer "
Bienvenidos

viernes, 21 de diciembre de 2012

OTRA VEZ POR GADEA

Así empieza un día de bloke.
         Pues repetimos día de bloque en Santa Gadea, cada día que vamos tenemos mas problemas pendientes, así que esto empieza a parecerse a una peregrinación. No fue un día frío pero si húmedo, lo bastante húmedo como para notarse en la roca, a pesar de todo lo intentamos unos con mayor fortuna que otros, entre los que estaba yo, que me salio un día malo, malo, en el que no conseguí encadenar nada mas que los blokes de calentar, en fin tendré que perseverar........ y entrenar mas.

Arqueando regletas.
 
Abrazado a la fortuna.
   Así que en vistas del resultado que estaba obteniendo me desfogue físicamente en unos cuantos pegues a un par de problemas que me venían grandes y me dedique a fotografiar a los que apretaron bien.

Problemas pendientes para todos.

Mas problemas por resolver.
     Lo que si salio bien, como siempre, fueron las risas y las bromas, y por supuesto la cerveza que resolví, al primer intento y sin titubeos, al lado de la estufa del bar del pueblo.
   
La arenisca de Santa Gadea, un placer para el tacto.
        Con tanto problema pendiente y tanta motivacion solo se puede hacer una cosa, ya tengo todo preparado para mañana, los amigos también, así que pasaremos el finde, como no, acariciando la roca de Santa Gadea. Allá vamos.    

jueves, 13 de diciembre de 2012

SANTA GADEA

El amanecer prometía.
       El día en Bilbao comienza prometedor, con buenos augurios me acerco a Santa Gadea con intención de blokar un poco con los amigos del Furacu Blok. Según me voy aproximando al destino, el tiempo a la vez que mi humor, empeora ostensiblemente, ya hace demasiado tiempo que no salgo y tiene toda la pinta de que el día se va a arruinar. Llegando al pueblo alguna tímida gota pretende advertirme pero no le hago caso, aun tengo demasiadas ganas como para que unas pocas gotas me preocupen. Al llegar al parking me reciben la niebla y el viento, ahora empiezo a estar preocupado, un whatsapp a Gumo previniendole del mal tiempo y ya me veo en el bar, su contestación esta llena de optimismo y consigue encender mi llama nuevamente, en cinco minutos llegan y nos lanzamos ladera abajo con las colchos a la espalda.
 
Tratando de entrar en calor alguno se encendió.
       Buscamos unos pasos fáciles para calentar y lo intentamos, la roca tiene buen tacto y no esta húmeda salvo en unos pocos sitios. Al fin conseguimos entonar el cuerpo y empezar a probar bloques, unos van saliendo y otros serán una bonita asignatura pendiente para la próxima semana. La temperatura ronda los 2 grados y eso se nota bastante, no podemos parar casi ni a comer un bocado pues en cinco minutos estas frío y hay que volver a calentar para seguir probando pasos.

Solo el encontró el tacto para llevárselo a casa.
       Pues así aguantamos el día entre frío y pegues, un día que casi me pareció perfecto a no ser por unos pequeños detalles, la niebla, el frío, el viento, lo que sufrimos, nada que nuestra motivacion no pudiese sobrellevar. Después de un café en el bar del pueblo, donde arreglamos algunos de los problemas de la sociedad, por no decir casi todos, tocaba regresar a casa, así que al coche con la calefacción para encontrar la temperatura perdida durante el día. Buenos pensamientos para un día que prometía y del que, aunque no quiso, sacamos mas de lo esperado. Las yemas de los dedos ardiendo por los apretones y los cerillazos y la sangre hirviendo en las venas por las buenas sensaciones de sentir nuevamente la piel contra la piedra.

Al resto se nos atravesó.