A estas alturas de la vida, no quiero decir que me considere mayor pero........ el derroche de la juventud hace ya tiempo que paso, aún siento ese empuje de vitalidad que unos años atras me llevo a vivir mi vida como si fuese la unica de que dispongo, unas veces con mejor fortuna y otras, las que menos, con peor resultado.
El devenir de los años me ha dado mesura, equilibrio, tranquilidad e incluso a veces paciencia y la sabiduria necesaria para entender que un monton de virtudes esperan ser descubiertas en detrimento de mis defectos, que todavia se me antojan demasiados.
Por todo eso y un monton de cosas mas que la vida tiene de buena, intentare seguir manteniendo mi espiritu intacto, joven y libre, con la unica finalidad de preservar esa vitalidad que me permita " vivir para ver y ver para creer "
Bienvenidos

viernes, 26 de septiembre de 2014

LA PERLA DE VALPORQUERO





Los fantasmas de Alberto saliendo de su cabeza.
Los duendes trabajando en mi cabeza.

         Vuelta a Valporquero, el día que pienso en esta cueva estoy perdido, tengo que acudir a ella. En el fondo de mi cabeza viven unos pequeños duendes y cuando salen a pasear me lían, me ponen la cabeza loca con hacer tal o cual barranco, tal o cual cueva, el caso es que, irremediablemente, tengo que entrar en acción.

        Con todo el material preparado para madrugar y entrar a la cueva nos vamos al saco, pero la noche sera larga, es cuando mis fantasmas salen a pasearse por el interior de mi cabeza, ahí están la duda, la angustia y el miedo, bailando en circulo en torno a una hoguera donde arden mis pequeños duendes, se ríen haciendome dudar, siento la angustia de lo inesperado y el miedo de fallar. Sudo mis temores y lucho hasta conseguir tener la cabeza a punto. Es el momento de descansar pero una leve claridad, por el Este, me dice que es hora de levantarse. Llego el momento de la acción, toca ponerse el neopreno mojado y frío, ya no hay marcha atrás.

Primeros pasos en el interior.
         Un breve paseo por un hayedo, que este año pierde sus hojas antes de tiempo, nos deja delante de la boca de entrada a Sil de las Perlas, nos ajustamos el equipo y ponemos manos a la obra, unos rapeles en seco nos dejan en la cabecera del volado de la sala de Perlas, un sitio increíble y unas sensaciones dificiles de explicar. Después de recuperar las cuerdas de este rapel ya sabes lo que te espera, pasar por el agujero si o si.

Pues yo paso si o si.
Pues yo también, aunque me cuesta.

          Una vez preparado el rapel toca pasar por el agujero, uno tras otro y como mejor, o mas dignamente, se pueda vamos deslizándonos entre sus paredes en una especie de danza sinuosa e insinuante. Cuando los pies quedan al aire y la fuerza de la gravedad hace su trabajo, sientes la liberación del vacío y el cuerpo se relaja, solo queda disfrutar el momento y pensar en los primeros en pasar por tal estrechez con la incógnita de no saber donde iban a llegar pero con la gran ilusión del descubrimiento.

El trabajo del agua.
           El agua comienza a fluir por las paredes hasta arroyar por las cuerdas y terminar por mojarnos completamente, Así llegamos al cauce de aguas, la parte viva de la cueva. El agua esta mas fría que de costumbre así que intentamos salir de las pozas lo antes posible. Nos movemos con bastante rapidez ya que este tramo no es muy técnico, pero si espectacular por las grandes salas y por el magnifico trabajo del agua sobre la piedra. Lo inevitable llega y toca salir al exterior, el famoso paso de la " M " nos espera, es una extraña formacion que sube, baja y tras pasar un sifón vuelve a subir siguiendo el recorrido de un túnel de gusano de un metro de diámetro aproximadamente y una longitud total de unos treinta metros que, junto con el paso estrecho, son los mas intensos de Valporquero.
   
En el túnel de gusano.    
       Salimos de la cueva y el día ha ido a peor, es gris y llueve, pero después de lo vivido en las entrañas de la tierra eso es lo de menos, estamos felices, alegres continuamos en busca de los dos rapeles que nos quedan para terminar la actividad, bueno, después vienen ocho kilómetros de carretera bajo la lluvia, pero eso ya no cuenta como actividad, aunque físicamente se hace duro.
     
Karlos en la cabecera del primer rapel después de salir de la cueva.
           Los fantasmas han vuelto a su escondite y los duendes están tranquilos cuando yo estoy cansado, así que de momento tendré una tregua ¿ Quien sabe hasta cuando ?
   
Alberto terminando el segundo rapel del exterior.    
           Esta vez metimos la Go Pro en la cueva y tomamos algunos planos, debido a la escasez de luz las imagenes no son todo lo buenas que hubiese querido pero al menos dan , creo, una idea muy aproximada de lo que vivimos en el interior de la cueva y de nuestras cabezas. Espero que os haga sentir parte de lo que sentimos nosotros.

     

         Guardad vuestros duendes y fantasmas bajo llave, ya sabeis lo que puede pasar.............



                                                                                                                                                                

lunes, 22 de septiembre de 2014

BARRANCO DE LA MOSA


Los tres jinetes del barranco.
      Cuando pienso en ir a la Mosa, no pienso en una aventura mas, pienso que fue aquí donde se inicio esta aventura que es descender barrancos. Este fue mi primer descenso y me alegro, el primer tramo refleja perfectamente la imagen idílica que yo tengo de un barranco, agua, rapeles y pozas que se suceden vertiginosamente dentro de un cauce perfectamente excavado. A pesar de esto no puedo decir que sea ni el mas bonito, ni el mejor que haya descendido ya que otra serie de factores influyen en esto y, aunque su parte superior es perfecta, el resto no es mi ideal de descenso, lo que no quita para que sea una actividad a programar, incluso varias veces, ya que todo cambia según el caudal, la hora del día o incluso la meteorología.
     
Karlos progresando adecuadamente, como en el cole.
        Después de muchas temporadas descendiendolo varias veces y en variedad de situaciones, debido a la distancia a la que se encuentra, fue quedando en un relativo olvido. Hace unos meses su gusanillo fue entrando en mi cabeza y aunque, por un motivo o por otro, el tema se fue retrasando, la realidad era que allí me encontraba sudando la gota gorda, como siempre, en la aproximacion. Acompañado esta vez por Karlos y Alberto, que no tenían el placer de conocer este río.

Alberto en sus primeros pasos.
         La llegada al cauce siempre tiene algo mágico, estas a punto de sumergirte en un mundo diferente y que desde fuera es muy difícil de ver. Unos prados abandonados, que antaño se aprovechaban para el pastoreo, nos acercan al río. Aquí nos ponemos nuestros peculiares trajes de luces, con los habituales problemas de siempre, que si no entro, que si no me coge, nada que no arregle proferir unas buenas blasfemias o, lo que viene siendo lo mismo, unos buenos cagamentos. Ahora si, por fin, estamos en el agua, en el barranco idílico de mi cabeza, solo nos tenemos que concentrar en sacar el máximo partido a lo que estamos haciendo, no debemos desaprovechar ni lo mas mínimo de lo que vemos.
 
Seguimos derrochando estilo.        
             Todo sale según el plan previsto excepto un pequeño detalle, al que parece que ultimamente estamos abonados, hoy también rompemos una cuerda, la suerte que tenemos es que se trata de la de reserva, así que aun disponemos de otras dos de treinta y cinco metros, por poco no nos arruina el fin de semana. Después de un montón de rapeles y risas llegamos al final, un breve paseo, desandando una parte de la aproximacion, nos devuelve al coche donde ponemos ropa seca y comemos algo.
   
Esto marcha cada vez mejor.  
        Ponemos rumbo a nuestro destino del día siguiente, el norte de León, no sin antes parar en Quiros para visitar al bueno de Rose, que haciendo de buen anfitrión consigue hacernos dudar de nuestra decisión de ir a dormir a la entrada de Valporquero. Después de unas cervezas, no voy a especificar el numero ya que es irrelevante, nos vamos, el viaje se pasa comentando las mejores jugadas del día y las que nos deparara el día siguiente en el interior de la tierra.
        
Dentro de la acción o de la pomada como se dice ahora.
     
              Y para los que hayáis sido capaces de leer esto pacientemente, aquí tenéis el vídeo, como siempre editado por mi con todo el cariño, bueno quizás no tanto, pero queda bien ponerlo.

                 
     
        Es que con la tecnologia, a veces, pasan por delante de la pantalla todos los santos en procesion.............. es que soy tan deboto, que ni yo mismo me lo creo.


martes, 16 de septiembre de 2014

FERRATA EL MILAR


          Estos cántabros no paran, desde que descubrieron el filón de las ferratas inauguran una tras otra, pero nosotros tampoco las dejamos pasar y en cuanto nos enteramos allí estamos. En este caso habría que advertir que se trata de una ferrata mini, ya que es tan corta que la terminas en un plis, una pena ya que el muro por donde transcurre es verdaderamente guapo y compacto, a su favor la variedad de pasos que tiene para lo corta que es. 

Rose en los primeros pasos.
         Pues el caso es que la hicimos " de la que vas ", volvíamos de una excursión por Picos y como teníamos aun algo de tiempo libre antes de volver a casa nos decidimos a hacerla, fue con Rose, su segunda ferrata, la primera había sido tres días antes. Cuando llegamos al coche se me ocurrió que podía ser una ferrata perfecta para iniciar a algún incauto-a.

Así de buena es la travesía.
         Dos días después, sentados en una terraza frente a unos vermuts preparados, estaba contándole a Txelo las excelencias de esta ferrata y que seria ideal para que probase. No creo que por su cabeza hubiera pasado nunca la descabellada idea de subirse por una pared. Pero, no se si por mi insistencia o por los efectos del alcohol, acepto, se vino arriba y pusimos fecha, tres días mas tarde estábamos en la Hermida poniéndonos el arnés, el casco y ajustando los disipadores. Un marianito en el bar, por aquello de animar el espíritu y para arriba.

Sus primeros pasos en una ferrata.

Esta ya tiene una buena colección de ellas.
          La ferrata comienza por un diedro, que empezaremos a ascender por el centro para luego pasarnos a su lado izquierdo, una vez llegados a un pequeño techo que nos cierra el paso comenzamos una gran travesía sobre el río, quince metros mas abajo.

Buen estilo ferratista y en lo demás también.
       La travesía, que no es muy difícil, si que exige atención y algún pequeño esfuerzo ya que en algún momento avanza por terreno semidesplomado. También tiene algunos pasos en los que cogiéndose a la roca el ambiente que se genera es bastante alpino y muy visual, ya que el río transcurre bajo nuestros pies dando un toque diferente a esta ferrata.

El diedro de salida y su ambiente.
        Abandonamos la travesía por un marcado diedro, fácil por los escalones rocosos pero muy aéreo. La arista final, sencilla y con buenas vistas del pueblo nos exige algo de atención pues aquí la roca no es de muy buena calidad.

La arista final sin complicaciones.
        Una vez en la escueta cumbre de esta aguja solo resta un descenso hacia el río por una canal evidente que nos deja en el inicio de una bonita tirolina que como punto final cruza sobre el cauce del río, gran final para dejar un buen sabor de boca. Ya en la carretera caminamos hasta el pueblo, pasamos por delante de los bares y nos resisitimos a la tentacion, mas por el hambre que por las ganas de una cerveza fresca.

Los graciosos de turno, haciendo el indio.
            El vídeo que enlazo esta editado con las tomas realizadas durante las dos veces que hice la ferrata, primero con Rose y cinco días después con Carlos, Txelo y Susana.
          A divertirse sin pestañear y hasta el final.

       

     No hay nada mas de que hablar, tu vas al monte, yo voy al mar...........e, e, e, eso es todo amigos.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

UNA VUELTA POR EL CENTRAL


La montaña palentina sobre las nubes.
           Muchas cosas empiezan cuando menos te lo esperas, esta fue una de ellas. Suena el teléfono y al otro lado oigo el acento inconfundible, asturmalagueño, de mi amigo Rose, después de un rato charlando, ambos, llegamos a la conclusión de que necesitamos un buen pateo por el monte, así que mi cabeza se pone a funcionar pensando destinos y actividades, que si esta muy lejos, que si muy cerca, que si vaya lío llevar todo eso.............YA ESTA: ¨tres días por el Central¨ cómodo y para toda la familia. Rose se deja llevar y me da manga ancha para decidir el recorrido, es fácil, caminar, caminar y caminar.

A mal tiempo, buena cara.
         Subimos en el teleferico de Fuente De, con el que ya ganamos una buena altura, nos tiramos las mochilas a la espalda y sin mas nos ponemos a caminar, enseguida nos damos cuenta del peso excesivo, como pesa el vino, por favor.

Cumbres borrascosas, que mas se puede pedir?
         La prevision meteorológica había ido empeorando día tras día y efectivamente el tiempo no nos iba a dar tregua, excepto el Sol, nos acompañarian el resto de fenómenos atmosféricos, léase niebla, orbayu, lluvia, viento y frío, mucho frío, demasiado frío para estar en Agosto, así que la tónica general fue de poca ropa ligera y un continuo quita y pon de forros polares, chaquetas y plumíferos.
De las vistas, mejor ni hablar, muy pocas veces habré estado arriba varios días seguidos y habré visto tan pocos paisajes, una pena, yo que estaba necesitado de ellos.

Cielo azul sobre el Pico de los Cabrones.
        El día seria largo, muy largo, el cómodo paseo por los pies de la Peña olvidada nos llevo a la subida al collado de la Canalona, desde el que subimos a Peña Vieja donde pudimos disfrutar de unas maravillosas no vistas, como el feliz no cumpleaños de Alicia, en un duro ejercicio, de memoria visual, recorrí todas las cumbres que nos rodeaban recordando las veces que había estado en ellas. Otro cómodo paseo en travesía descendente, con algún sube y baja, nos llevo a los pies del Cuchallon de Villasobrada, de aquí solo resta una corta pero dura cuesta hasta llegar a Collada Bonita, uno de los nombres mas acertados de los Picos de Europa. La sorpresa al asomarse a este balcón privilegiado es siempre mayúscula, la Sur del Picu nos saluda, es casi para echarse a llorar y si no lo hago es por que no serviría de nada, solo para dejar de ver tanta belleza.

Primer vivac, bajo las Torres Areneras.
       Ahora que...... bajarse de Collada Bonita hacia el Jou Tras en Picu es otra cosa. En la canal que se asoma bajo nuestros pies, literalmente, no se sujetan ni las piedras. Exige una concentración total en lo que estas haciendo y esfuerzo físico que te deja para el arrastre, sobre todo con el peso que la descendimos. Ya en el Collado de la Celada, bajo las caras Sur y Este del Picu, nos lanzamos por la canal hasta la Vega de Urriellu, desde donde contemplamos la majestuosidad del símbolo de Picos por excelencia, El Urriellu. Desde el Refugio, donde tomamos una cerveza terapéutica, por lo de la hidratacion y eso, podemos ver también la ultima cuesta del día, la que a través de la Brecha de los Cazadores y la Corona del Rasu nos llevaría a nuestro primer vivac en la cueva de la Horcada Arenera. El atardecer nos sorprendió con algo de visibilidad y contemplamos desde las altas cumbres del macizo hasta los verdes pastos de Pandebano y la Caballar. La noche no nos dio tregua, después de cenar y ante el frío reinante nos metimos en nuestros sacos de dormir, al rato, la niebla, que antes se paseaba tranquila por las laderas, lo engullo todo y se transformo en un pertinaz orbayu que dejaba todo empapado. Después de un rato en los brazos de Morfeo un estruendo nos despertó, el Orbayu era ahora una torrencial lluvia que incluso amenazaba nuestra cómoda y seca posición en el fondo de la cueva, así resistimos y pasamos el resto de la noche, entre idas y venidas de un curioso ratoncito ocupado en dar buena cuenta de las migajas de nuestra cena y de algún pequeño regalo que le dejamos.
En pleno Agosto los Picos estaban así de nieve.
              La mañana nos recibió con tímidos claros en el cielo y animados salimos con nuestras mochilas hacia el Jou de Cerredo, cogimos lo imprescindible y las dejamos sobre unas piedras al comienzo de las ultimas rampas de acceso a la cumbre del coloso de los Picos, su punto culminante, el Torrecerredo. Después de unas delicadas trepadas llegamos a la cumbre, donde disfrutamos de unas aceptables vistas de las montañas cercanas ya que el resto se encontraba entre las nubes, incluso la Peña Santa se resistió a mostrarsenos, nos quedamos con las ganas.
 
El pequeño refugio de Cabaña Verónica.
           Con sumo cuidado hacemos el descenso, es un mal lugar para un tropezón, además hay mas gente ascendiendo y las piedras pueden ser muy peligrosas. Al llegar a las mochilas comemos algo y bebemos para pegarle un buen estirón al recorrido, atravesamos lo que nos queda del Jou de Cerredo y ascendemos hasta la Horcada de Don Carlos para deslizarnos hasta la de Caín, desde aquí y a media ladera por la falda de los Picos Arenizas llegamos bajo el Tesorero que esquivamos por la izquierda para llegar al Collado de Horcados Rojos. Preparamos el vivac en una buena cueva bajo la imponente pared Sur de Horcados Rojos y como tenemos tiempo nos acercamos al pequeño y minimalista refugio de Cabaña Verónica, en otro tiempo cúpula metálica de la batería antiaérea del portaaviones Yankee USS PALAU, cuantas tormentas habrá resistido aquí Mariano? este donde este siempre te escuchara por su radio.
     
Lo mejor para abrir la gana de comer.
         Después de derretir algo de nieve para hacer la cena nos encuevamos y tomamos un pequeño piscolabis, es el momento de empezar con el vino, el chorizo, el queso y el lomo mientras esperamos a que el agua hierva para la sopa. La sopa nos calienta el cuerpo y el vino el espíritu así que charlamos animadamente sobre lo divino y lo humano ( y de muyeres, claro ) hasta que el frío nos repliega a nuestros sacos.

En la cueva de Horcados Rojos, el segundo vivac.
         Hoy si, el Sol nos saluda y parece que nos acompañara en otra dura jornada de montaña. Raudo desayuno y mochila, que hoy ya nos parece ligera, a la espalda. Remontamos otra vez hasta Cabaña Verónica, no puedo evitar pensar en Mariano, siempre atento a su radio y dispuesto a ayudar o a tirar de las orejas a los nuevos y modernos pseudo montañeros. Como cambian los tiempos, ahora el nuevo guarda tiene gallinas, si si gallinas, de altura claro, vaya huevos ( los de les pites ) y hay que ver la conversacion que le darán en esos largos días de soledad montañera. Atravesamos los Hoyos Sengros por un impresionante lapiaz calcáreo y en seguida  estamos pasando por debajo del Madejuno hasta llegar a la Collada Ancha donde nos envuelve, nuevamente, una densa niebla que apenas nos permite saber donde estamos, tirando de experiencia navegamos hasta el Llagu Cimeru y, rodeándolo, damos con el camino de la Vega de Liordes, al llegar al Collado de la Padierna los cielos se abren y el verde de esta inmensa pradería de montaña lo inunda todo.

El verde de la vega de Liordes lucha con la caliza.
          Paseamos tranquilos, buscando el mejor sitio donde comer algo y descansar antes de la tremenda bajada que nos espera, los Tornos de Liordes, cuesta imaginar que por aquí bajaran carretas de bueyes cargadas con el mineral extraído de las entrañas de Liordes. De pie, en el collado, imaginamos, mil metros mas abajo, el bullicio de la gente. Bajo un Sol justiciero llegamos al coche, una mezcla de alivio y amargura me invade, quisiera correr desnudo sin importarme la gente.

Descansando entre Lirios y Cardos. 
            Algo que termina solo es un inicio y mi cabeza, llena de nubes y montañas, desea que, nuevamente, llegue el día de partir a la montaña. Gracias amigo Rose por estos tres días juntos.

En los Picos la belleza es tan simple como una flor.
           Aquí tenéis el vídeo de la actividad, os vendrá bien para digerir todo este rollo que os acabáis de tragar, si es que lo habéis leído, cabrones, no vale mirar solo los santos.



  Danzad, danzad, malditos, seguro que mas de uno tararea las canciones.



                                                                                              

martes, 9 de septiembre de 2014

FERRATA DE LA CONCHA

 
Muros con buen ambiente.
      Ya hace dos meses que realizamos esta actividad pero, debido al ajetreo veraniego, no había encontrado el momento para esta actualizacion, después una cosa lleva a la otra y tengo pendiente por actualizar unas cuantas actividades.
       Esta ferrata es la penúltima inaugurada en Cantabria, hace un mes y medio se inauguro la séptima, se encuentra en la localidad de San Roque de Río Miera y hasta allí nos fuimos tras hacernos con la polea para cable necesaria para realizar sus tirolinas.
     
Puente de entrada y tirolina de salida.
       El recorrido le busca las vueltas a un farallón rocoso cercano a la carretera, por lo que la aproximacion es nula, así como el regreso. Comienza con un puente bastante divertido debido al movimiento para seguir por un resalte que nos deja delante de un corto puente de dos cables, uno para pies y otro para manos, que además hace las veces de linea de vida, la particularidad de este paso radica en el tipo de progresión, que es lateral y con la peculiaridad que el cable de manos se va separando del de pies tanto hacia afuera como hacia arriba colocándonos en una extraña posición.

Los cables cada vez mas separados.
           A continuación una larga travesía con varios sube y baja nos acerca a un grandioso techo por debajo del que pasaremos atravesando otro puente de igual concepción que el anterior pero mas largo y aéreo, después una sucesión de resaltes nos acerca a una travesía, herbosa esta, que nos enfila a la primera de las tirolinas.
       
La travesía que lleva al techo.
         
Juli en su salsa.
      Preparado el material necesario para deslizarnos con seguridad vamos pasando uno tras otro al otro lado donde habrá que echar las cuerdas para descender en rapel hasta el inicio de la segunda tirolina, mas larga y que pasa por encima del río para devolvernos al inicio del puente de entrada. Hace calor y la lógica hace que acabemos con nuestros huesos en el bar para refrescarnos.
                 
Alex pasándoselo en grande.   
      Aquí esta el vídeo sobre la actividad donde se puede ver la variedad de pasajes que tiene esta ferrata y lo bien que nos lo pasamos, espero que lo disfruten y se rían.