Loco de contento |
A ver donde lleva esto |
Ehhhhhhh, que no parezca que casi todo fue malo,
esquiamos a diario, mucho, algunos días hasta el agotamiento, desde las nueve hasta las cinco, hasta quedarnos solos en las pistas y disfrutar en solitario del ultimo descenso del día.
Lógicamente después de esquiar todo el día toca hidratarse, así que las cervezas son casi obligadas y una pide otra y tiro porque me toca, hasta la hora de la cena que es imperdonable y pronto para la cama, que estos franceses madrugan bastante.
También disfrutamos de la piscina climatizada exterior de la estación, nos reímos con una fiesta de disfraces en la pista de hielo y salimos de compras por la multitud de tiendas de la estación. A media semana el cielo nos regalo la esperada y típica nevada de nuestras visitas a los Alpes, dejándolo todo cubierto tal y como corresponde al invierno en una estación de esqui. Así pues, las calles se taparon de blanco, la nieve oculto los coches y los arboles recibieron su abrigo mas elegante. Me produce alegría ver como nieva y nieva, como va cayendo la tarde y la oscuridad alcanza el cielo, los potentes focos de la estación iluminan la gran cortina de nieve convirtiendo esa alegría en una tranquilidad dulzona, es el momento en el que me quedo embobado mirando a los miles de copos que caen del cielo sin atreverme a mirar a uno en concreto en su recorrido completo por miedo a perderme el baile de los demás, es felicidad.
La chova que desayunaba en nuestro balcón |
Susa, Gus y Abi preparados para la acción |
Después de la gran nevada, la noche del Jueves
anunciaba un espectacular Viernes, algunas tímidas estrellas y la poderosa Luna lo confirmaban,así que los planes para el ultimo día de esqui estaban claros,
aprovechar el día al máximo fue la consigna.
Amaneció un impresionante y bonito día de Sol y por lo tanto un duro y largo día de esqui, que en definitiva era lo que veníamos buscando y al final encontramos.
Pero tu crees que bajaremos por aquí?? |
El Sábado es un día duro, organizar ropa y material en el coche, entregar el apartamento, una caravana de tres horas para 60 km y mil mas por delante hasta llegar a casa sobre las dos de la mañana, menos mal que el Domingo nos separa de la dura realidad y nos permite descansar lo suficiente.
La temporada de esqui toco a su fin, ahora toca entrenar para empezar la temporada de roca y el bloke, pero sobre todo toca seguir pensando en proyectos y en ganas de hacer cosas y pasarlo bien con los amigos. Salud chavales.
Ohmmmmmmm |
ohmmmmmmmmmmmm...........y tan dura la vuelta a la realidad....llegar y besar el santo!!!! jajajaj...sergin no te extreses eeehhh!!!! jajjja...solo ver la nieve de alpes me duele la rodilla....uuuffff....!!!!!
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