Un coche se salta un semáforo y embiste a un taxi, este a su vez se sube a la acera y acaba contra la fachada de una tienda arrollando en su camino a una mujer mayor, una anciana que paseaba tranquila hacia su casa, mi abuela.
Como todas las personas mayores era una superviviente, de la guerra, del hambre, de la vida, y como no, también sobrevivio al accidente, pero rota. Las heridas físicas fueron mejorando, pero nunca del todo, limitaron su movilidad y sobre todo su independencia, así que, meses después y plenamente consciente de su estado, nos dejo.
La conservo en mi memoria, al igual que conservo al resto de abuelos que ya no tengo. De ella guardo muchos recuerdos, también conservo varias de las calzas de lana que tejía, tan coloristas como cálidas, y que aun hoy calientan mis pies en los fríos días de invierno. Además mantengo en casa, en un lugar privilegiado del salón, una planta que ella tuvo durante años. Recuerdo el día que mi madre, su hija, me pregunto si quería la planta, sin dudarlo un momento dije que si y ahora soy yo quien con gran cariño cuida del felechu de mi güela y seguiré haciéndolo con gusto como una forma mas de mantenerla en mi memoria.
No creo que sea, como pudiera parecer, una historia triste, si no mas bien una historia de vida, de una que termina y de otras que amanecen.
Ya nadie me zurce los calcetines.
Besos Margarita.
![]() |
El Felechu de mi Güela. |
bonito detalle para la amama(la güela)
ResponderEliminar