Aceitunas de colores. |
De camino buscamos a mi madre para decirle que nos íbamos juntos, la encontramos en la frutería. Era la típica de los años setenta, con dos grandes escaparates donde mostrar la mercancía, uno a cada lado de la puerta con marcos de madera pintados de verde, también los conocí pintados en otros colores pero ese día eran verdes. La fruta por aquel entonces era fruta, con sus marcas, sus imperfecciones y sus temporadas, nada de fresas en invierno ni naranjas en verano, cada cosa a su tiempo. La frutera, al igual que el resto de tenderos de otros gremios, hacia las veces de lo que ahora llamamos redes sociales, ponía al día a unos y a otros de todos los dimes y diretes del barrio. Mientras mi madre terminaba la compra mi padre esperaba y yo miraba con incredulidad a las aceitunas, !! Las había Negras ¡¡. La frutera noto mi sorpresa y me ofreció una, me la metí en la boca y descubrí su diferente y profundo sabor, me gusto tanto que me pase horas chupando el hueso.
Desde entonces prefiero las aceitunas negras a las verdes y nunca me olvidare de aquella primera vez ni de aquella frutería con sus marcos de madera.
Ahora ya ningún niño podrá descubrir el sabor de una aceituna negra en aquella frutería, ahora, sus marcos son de aluminio y es una carnicería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario