EL MARQUES

     Tenia pendiente un curso de iniciación al alpinismo invernal con unos buenos amigos, el caso es que lo fuimos dejando correr por un motivo o por otro y teníamos la temporada invernal a punto de terminar así que con buena prevision meteorológica aprovechamos el fin de semana.  El viernes ya de noche subimos a dormir al refugio de Vegarredonda, donde llegamos sobre las once de la noche. Una cena rápida para recuperar energías y al saco a descansar. El día amaneció espléndido y así siguió los dos días. Un buen desayuno y al lio, autodetenciones, colocación de seguros en nieve, montaje de reuniones con piolet y maniobras de cuerdas fue la tónica de la mañana.

Madre que lío, pa que sirve esto?

      Por la tarde tocaba poner en practica lo aprendido, así reunión tras reunión fuimos ganando metros en el primer corredor de los Argaos hasta llegar arriba y disfrutar de unas magnificas vistas de la Torre de Santa María con el que seria nuestro destino del día siguiente, el Corredor del Marques.

Kiko hacia lo alto.

      Después de organizar el material y descansar un rato ante el espectáculo de nieve y caliza que nos brindaron les Barrastroses pusimos rumbo al refugio con ganas de unas cervezas, todavía el Sol se paseaba por Vegarredonda cuando llegamos así que aprovechamos para secar la ropa y el material húmedo. Entre risas y comentarios de lo que dio de si el día llego la hora de la cena.

Basi intentando no liase con la cuerda.

      Como siempre en Vegarredonda, cena de lujo, tres platos y postre con el buen servicio de Marta y Javi. Con todo preparado para el día siguiente nos fuimos a la cama donde aun charlamos un poco y nos reímos mas. El Corredor del Marques era la dama codiciada por un montón de caballeros para el día siguiente así que decidimos madrugar en serio y que fuese nuestra. Los despertadores se alborotaron a las cuatro de la mañana, chavales así empieza el alpinismo serio, desayunamos lo poco que nos entro a esa hora y salimos hacia nuestro objetivo bajo la luz de los frontales.

Charlando durante un breve descanso.

      Las primeras luces del alba nos sorprendieron al comienzo de la Cemba Vieya, donde tuvimos que apretar abriendo huella hasta llegar al inicio del corredor. Nos encordamos y empezamos a escalar, conmigo venia el Arangas Team compuesto por Basi y Kiko, que repiten después de la de Urriellu, Y detrás nuestro funcionando como cordada totalmente autonoma, Varela e Iker del Gorliz Taldea, turnandose los largos como buenos alpinistas y liberando la mente a base de distanciados.

Buen ambiente Alpino entre compañeros

       Todo salio a pedir de boca y ya en la cumbre nos felicitamos por la buena actividad realizada, recordando por supuesto que solo estábamos arriba, quedandonos aun el descenso. Lanzamos nuestras cuerdas y con rapidez y orden, a pesar de la cantidad de cordadas que a esas horas todavía escalaban, pronto estábamos abajo. El retorno nos pareció un paseo, cada uno ensimismado en sus pensamientos e intentando asimilar el torrente de sensaciones que la superación personal nos brinda. Desde Vegarredonda al aparcamiento fuimos conversando animadamente sobre nuestro pequeño día de gloria  y dándonos la vuelta para contemplar el largo camino que habíamos recorrido en busca de nuestra Dama de Invierno. Ahora comienza la primavera y toca dedicarse a otros menesteres en la montaña.

El abuelo cebolleta con el Arangas Team y el Gorliz Taldea.

        Por cierto, pase tres días reventau, pero mereció la pena compartir estos momentos con tan buenos amigos.


         Hace unos años en la aproximacion al Corredor del Marques nos dejo el Diablo de la Peña, el carismático Don Pedro Udaondo, hoy escalando en Quiros se fue Alfredo Iñiguez, dejandonos su obra maestra en la Este del picu, la "Amistad con el Diablo", quizás ahora estén alternándose en el extremo caliente de la cuerda. Sin duda, dos personajes para quitarse el sombrero, claros representantes del romanticismo del alpinismo.