SANTOS BARRANCOS

      Esta semana santa amenazaba mal tiempo y parecía que la prevision se cumpliria, así que, recordando el viejo dicho " El agua pide agua ", hicimos caso y nos decidimos por comenzar la temporada de descenso de barrancos. El destino seria el oriente, por supuesto el de Asturies. Preparamos todo lo necesario, cargamos la furgo y nos dispusimos a vagabundear en busca de buenos caudales.

Iker empezando con sus primeros barrancos.

          El Rubo fue nuestro primer destino, la temperatura no era tan fría como esperábamos y pronto nos encontramos como pez en el agua, acoplándonos a nuestros neoprenos y al ritmo de progresión en barrancos. Edu ya conocía el medio al haber realizado algún descenso, pero para Iker este seria su primer barranco del cual disfruto ampliamente. Como es habitual el Rubo no defraudo y nos lo pasamos realmente bien con este inicio de temporada.

Edu en acción.

        El buen tiempo de este día empezó a estropearse por la noche, se puso a llover y así se paso casi todo día siguiente, obligandonos a tomar un día de descanso obligado que no queríamos. Los ríos crecieron de tal manera que fue necesario cambiar de estrategia y buscar barrancos con menos agua, cosa que no resulto sencilla. A la mañana siguiente  y después de unos cuantos kilómetros en busca de un buen caudal lo encontramos en el Vau Azones, descenso que yo no había realizado y que además necesita de una buena carga de agua para que este en condiciones. Muy buen barranco con zonas encajadas que hay que saber leer y un caudal con el que disfrutamos.

Iker en la ducha.

      Unas cervezas y un buen plato de lentejas que traía Edu nos llevaron al saco rápidamente. Esa noche el tiempo aclaro y nos dejo un bonito amanecer con vistas de la vega de Urriello bajo una buena nevada recién caída. Nos acercamos al Molina pero era obvio que estaba demasiado pasado de agua como para intentarlo así que nuevamente cambiamos los planes, dirigiéndonos esta vez al Arangas, que también necesita de fuertes lluvias para ir alegre. Se nos hizo un poco corto, pero su pasillo principal bien excabado te hacen sentir muy dentro de la actividad, además el caudal era alegre sin ser exagerado y nos dejo muy buen sabor de boca.

Edu se decanto por el hidromasaje.

       Una pena el mal tiempo que reino estos días, esta visto que nunca llueve a gusto de todos ni cuando lo que quieres es agua. Dejamos pendientes varios de los imprescindibles en Asturias, pero no hay problema, quedan para un próxima visita en cuanto los caudales lo permitan.

El especialista en rapel en apnea haciendo una demostración.

                                                                                                                                                                              Que amplio el refranero español, " En Abril lluvias mil " y ya lo diz mi padre, " Hombre refranero...................."
   Sean buenos y disfruten de la vida, que son tres días y no hay ningún puente para hacerla mas larga.