ME FUI A BENIDORM

      Como la prevision meteorológica para el puente festivo del día del trabajo era nefasta para la mayor parte de la península, pensamos que unas mini vacaciones en un destino turístico con un tiempo mas o menos aceptable seria lo mejor, así que nos decidimos por pasar unos días en Benidorm.
  

De copas por los bares.

        Hicimos un poco de todo, salir de fiesta por la noche, tomar el Sol en la playa, comer bien, no madrugar, pasear relajadamente por la ciudad y como no, hicimos una vía ferrata cercana a Polop, no todo iba a ser vida de turista sedentario.

Buen ambiente en primera linea de playa.

   
        Hacia poco mas de veinte años que no estaba en Benidorm, evidentemente esta bastante cambiado en todos los aspectos. En mi cabeza todavía mantengo imagenes de las vacaciones familiares, que quizás con el paso del tiempo se han idealizado como sinónimo de buenos momentos en familia. Todo cambia, las percepciones personales también, lo que antes eran cosas de niños como disfrutar en la playa son ahora cosas de adultos como salir a disfrutar del ambiente nocturno, con alevosía y premeditacion. Noche moderna, alegre, movida y desbordante, totalmente recomendable e imprescindible no perderse a l@s gogos que animan el cotarro bailando subidos a los podiums de los bares. Que Benidorm esta repleto de " jubilaos " pues si oiga no voy a decir que no, no tienen ojo ni nada. Hay que aprender de los que saben, y si son mayores que nosotros y se van a Benidorm por algo sera. En fin que me apunto a otro viaje al Sur, que además todos sabemos la canción de Raffaela Carra, y el que no, que se deleite con los pajaritos de María Jesús.

Primeros metros para entrar en calor.

       

Todos los muros son muy verticales.

        Para quemar parte del excedente de calorías aportadas por los desayunos y cenas de buffete libre ( que hay que ver como me pongo ) nos fuimos a hacer la vía ferrata del " León dormido ", tiene una aproximacion de media hora y un recorrido de unos 250 metros bastante verticales y mantenidos, al terminar el ascenso un corto paseo sin dificultad nos deja en los dos rapeles obligados para bajar, uno de 25 metros y otro de 35 que se pueden unir sin complicaciones. El comienzo bastante vertical es el preludio de lo que sera el resto de la ascensión, muro tras muro sin apenas reposos y cuando los hay es para continuar por aéreas travesias o superando pequeños desplomes.
  

Las travesias son totalmente aéreas y con mucho patio.

    
            Aunque el equipamiento no es muy viejo la cercanía al Mar y el salitre hacen su trabajo, el cable se ve algo oxidado a través de su agrietada cobertura plástica y los escalones están pulidos por el uso, el resto de componentes como grapas, eslabones o anclajes están perfectos y claramente la seguridad no se ve comprometida en ningún momento. Una vía ferrata muy recomendable en el caso de encontrarse por la zona pasando unos días de escalada o vacaciones. Nosotros nos lo pasamos muy bien disfrutando de sus muros verticales y de las vistas que van desde el peñón de Ifach en Calpe hasta los rascacielos de Benidorm.

En la zona superior y con doscientos metros por debajo.

         
           Quizás Septiembre sea un buen mes para repetir escapada, hacer otra vez la ferrata y como no, salir a disfrutar la noche, que es tan larga como débil la carne, parece que de noche tod@s llevamos un gatu pardu dentro. Na na na na na na na na na na na voy a Benidorm, ahhh ahhh ahhh me voy a Benidorm me voy a Benidorm..................Esos " Nikis " a pleno Sol.
        Salud.