Aunque se esperaba un día excesivamente caluroso, decidimos salir a caminar con la intención de hacer unos cuantos metros de desnivel y rematar así la preparación para nuestra próxima salida al Aneto. La subida a Tresviso desde Urdon nos va a ofrecer la parte dura de la excursión y la complementaremos con una parte mas lúdica que nos ofrecerá la Pasá del Picayo hasta San Esteban con unas increíbles vistas dignas de experimentar.
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Así se gana el desnivel hacia Tresviso. |
Madrugamos lo justo para que el calor no fuese un tormento, lo conseguimos pues para cuando el Sol quiso salir ya habíamos completado la mitad del desnivel, aunque nos toco aun sudar bastante ya que de por si el día seria muy caluroso. Avanzamos rápido dejando atrás las infinitas vueltas y revueltas que jalonan este recorrido, los buenos paisajes que nos da la perspectiva de la altura nos hace entender que nos acercamos al famoso Balcón de Pilatos, punto alto de unos impresionantes cortados cerca ya del pueblo cántabro de Tresviso, que ciertamente es balcón pero todavía no se que tiene que ver el tal Pilatos en todo esto.
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El equipo del Aneto llegando a Tresviso. |
Callejear por el pueblo a estas horas tempranas es un placer, los rayos de Sol aun sesgados dan un color especial a sus calles empedradas y las cocinas de leña impregnan el aire de un olor característico, olor a comida rica, olor de aldea, olor de amabilidad. Pasamos por delante de la casa de " la guela de Patri " y Kiko de un vozarron saludo los buenos días, a lo que la señora contesto desde dentro, no tardando en salir a hablar con tan inesperada visita. No nos queríamos entretener mas de la cuenta, yo tenia gana-necesidad de desayunar " quesu " y queríamos ir al bar, razón que no convenció a la señora para dejarnos ir, así que en menos que canta un "gallu de Tresvisu " estábamos los tres sentados al lado de la chapa de la cocina comiendo un buen " quesu " y un poco de vino, que yo especialmente agradecí pues me hizo quitar el "chinchu de quesu " que tenia.
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La pota en la chapa, como debe ser. |
Proseguimos la marcha con espíritu renovado. El camino apenas gana desnivel y nos acerca a unas inclinadas canales que caen casi verticalmente sobre el río Deva, vamos sorteandolas con pequeñas subidas y bajadas para esquivar los continuos espolones que nos encontramos hasta llegar a una larga bajada que nos llevara al pueblo de San Esteban después de atravesar un bonito e inesperado bosque de Castaños y Robles.
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Las canales y espolones del camino. |
Llegamos al coche y bajamos al pueblo de La Hermida a hidratarnos con unas cervezas frescas para después ir a remojar nuestros huesos a las aguas termales, donde nos sumergimos durante una hora y de donde salimos mas arrugados que pasas.
Solo nos queda esperar que estas ultimas salidas de entrenamiento lo hayan sido tal y como esperamos, para afrontar con alegría los metros de desnivel que nos separan de la cumbre del Aneto. Como el descanso también es parte de un buen entrenamiento yo me voy esta tarde a Ibiza a seguir entrenando, seguiremos informando rapazos.
esa bajad a San ESteban tengo que hacela se ve muy guapa!!!!
ResponderEliminarMuy bonita la foto de la lumbre pero te faltaba la dueña de la lumbre junto a ella.
ResponderEliminarLa nieta de la señora de la lumbre