Ferrata de la Hermida

   Pues a la Hermida nos fuimos a hacer esta vía ferrata, que puede presumir de ser la primera de Cantabria. Fue en plan familiar,con tortilla y carne empanada pa comer después de la actividad. Después de preparar el material de escalada y colocarnos el imprescindible disipador nos encaminamos al inicio y comenzamos la ascensión.



Noe en los primeros muros

       La vía tiene unos 700 mts de desnivel, aunque parecen unos cuantos mas. El recorrido alterna rampas herbosas con zonas rocosas y ya desde los primeros metros la sensacion es bastante aérea, disfrutando de unas hermosas vistas del pueblo, del desfiladero de la Hermida y de las cumbres calizas que lo rodean.



Noe haciendo de las suyas



  Pasamos por algunas cuevas y refugiados en su sombras del excesivo calor reinante, aprovechábamos para hidratarnos un poco. Nos adentramos en algunas con bonitas formaciones pero la pequeña linterna que llevábamos no daba para mucho aunque alguna parecía tener bastante desarrollo.
  Después de unas tres horas de ascensión empezamos a renegar del calor y el cansancio empezó a resentir nuestros cuerpos, asi que al terminar la subida paramos en la ultima cueva a comer un poco para afrontar el largo descenso. A propósito de la cueva, era impresionante, casi solo por ella merece la pena llegar hasta aquí, asi que no pongo ninguna fotografía de ella para animar a todos a venir a hacer esta ferrata y a que a todos se les quede la cara de tonto al verla, se cuenta, se rumorea que hasta allí subían a jugar a los bolos.






Su en plena ascensión



Infinitos peldaños

    Un largo descenso por un antiguo camino de pastores nos devuelve nuevamente al pueblo, al coche y a la tortilla de mi madre, tremenda comida bien regada por cerveza y kalimotxo. Luego, cada mochuelo a su olivo, algunos un poco tarde, que toco fiesta de prau esa noche.