A estas alturas de la vida, no quiero decir que me considere mayor pero........ el derroche de la juventud hace ya tiempo que paso, aún siento ese empuje de vitalidad que unos años atras me llevo a vivir mi vida como si fuese la unica de que dispongo, unas veces con mejor fortuna y otras, las que menos, con peor resultado.
El devenir de los años me ha dado mesura, equilibrio, tranquilidad e incluso a veces paciencia y la sabiduria necesaria para entender que un monton de virtudes esperan ser descubiertas en detrimento de mis defectos, que todavia se me antojan demasiados.
Por todo eso y un monton de cosas mas que la vida tiene de buena, intentare seguir manteniendo mi espiritu intacto, joven y libre, con la unica finalidad de preservar esa vitalidad que me permita " vivir para ver y ver para creer "
Bienvenidos

miércoles, 10 de septiembre de 2014

UNA VUELTA POR EL CENTRAL


La montaña palentina sobre las nubes.
           Muchas cosas empiezan cuando menos te lo esperas, esta fue una de ellas. Suena el teléfono y al otro lado oigo el acento inconfundible, asturmalagueño, de mi amigo Rose, después de un rato charlando, ambos, llegamos a la conclusión de que necesitamos un buen pateo por el monte, así que mi cabeza se pone a funcionar pensando destinos y actividades, que si esta muy lejos, que si muy cerca, que si vaya lío llevar todo eso.............YA ESTA: ¨tres días por el Central¨ cómodo y para toda la familia. Rose se deja llevar y me da manga ancha para decidir el recorrido, es fácil, caminar, caminar y caminar.

A mal tiempo, buena cara.
         Subimos en el teleferico de Fuente De, con el que ya ganamos una buena altura, nos tiramos las mochilas a la espalda y sin mas nos ponemos a caminar, enseguida nos damos cuenta del peso excesivo, como pesa el vino, por favor.

Cumbres borrascosas, que mas se puede pedir?
         La prevision meteorológica había ido empeorando día tras día y efectivamente el tiempo no nos iba a dar tregua, excepto el Sol, nos acompañarian el resto de fenómenos atmosféricos, léase niebla, orbayu, lluvia, viento y frío, mucho frío, demasiado frío para estar en Agosto, así que la tónica general fue de poca ropa ligera y un continuo quita y pon de forros polares, chaquetas y plumíferos.
De las vistas, mejor ni hablar, muy pocas veces habré estado arriba varios días seguidos y habré visto tan pocos paisajes, una pena, yo que estaba necesitado de ellos.

Cielo azul sobre el Pico de los Cabrones.
        El día seria largo, muy largo, el cómodo paseo por los pies de la Peña olvidada nos llevo a la subida al collado de la Canalona, desde el que subimos a Peña Vieja donde pudimos disfrutar de unas maravillosas no vistas, como el feliz no cumpleaños de Alicia, en un duro ejercicio, de memoria visual, recorrí todas las cumbres que nos rodeaban recordando las veces que había estado en ellas. Otro cómodo paseo en travesía descendente, con algún sube y baja, nos llevo a los pies del Cuchallon de Villasobrada, de aquí solo resta una corta pero dura cuesta hasta llegar a Collada Bonita, uno de los nombres mas acertados de los Picos de Europa. La sorpresa al asomarse a este balcón privilegiado es siempre mayúscula, la Sur del Picu nos saluda, es casi para echarse a llorar y si no lo hago es por que no serviría de nada, solo para dejar de ver tanta belleza.

Primer vivac, bajo las Torres Areneras.
       Ahora que...... bajarse de Collada Bonita hacia el Jou Tras en Picu es otra cosa. En la canal que se asoma bajo nuestros pies, literalmente, no se sujetan ni las piedras. Exige una concentración total en lo que estas haciendo y esfuerzo físico que te deja para el arrastre, sobre todo con el peso que la descendimos. Ya en el Collado de la Celada, bajo las caras Sur y Este del Picu, nos lanzamos por la canal hasta la Vega de Urriellu, desde donde contemplamos la majestuosidad del símbolo de Picos por excelencia, El Urriellu. Desde el Refugio, donde tomamos una cerveza terapéutica, por lo de la hidratacion y eso, podemos ver también la ultima cuesta del día, la que a través de la Brecha de los Cazadores y la Corona del Rasu nos llevaría a nuestro primer vivac en la cueva de la Horcada Arenera. El atardecer nos sorprendió con algo de visibilidad y contemplamos desde las altas cumbres del macizo hasta los verdes pastos de Pandebano y la Caballar. La noche no nos dio tregua, después de cenar y ante el frío reinante nos metimos en nuestros sacos de dormir, al rato, la niebla, que antes se paseaba tranquila por las laderas, lo engullo todo y se transformo en un pertinaz orbayu que dejaba todo empapado. Después de un rato en los brazos de Morfeo un estruendo nos despertó, el Orbayu era ahora una torrencial lluvia que incluso amenazaba nuestra cómoda y seca posición en el fondo de la cueva, así resistimos y pasamos el resto de la noche, entre idas y venidas de un curioso ratoncito ocupado en dar buena cuenta de las migajas de nuestra cena y de algún pequeño regalo que le dejamos.
En pleno Agosto los Picos estaban así de nieve.
              La mañana nos recibió con tímidos claros en el cielo y animados salimos con nuestras mochilas hacia el Jou de Cerredo, cogimos lo imprescindible y las dejamos sobre unas piedras al comienzo de las ultimas rampas de acceso a la cumbre del coloso de los Picos, su punto culminante, el Torrecerredo. Después de unas delicadas trepadas llegamos a la cumbre, donde disfrutamos de unas aceptables vistas de las montañas cercanas ya que el resto se encontraba entre las nubes, incluso la Peña Santa se resistió a mostrarsenos, nos quedamos con las ganas.
 
El pequeño refugio de Cabaña Verónica.
           Con sumo cuidado hacemos el descenso, es un mal lugar para un tropezón, además hay mas gente ascendiendo y las piedras pueden ser muy peligrosas. Al llegar a las mochilas comemos algo y bebemos para pegarle un buen estirón al recorrido, atravesamos lo que nos queda del Jou de Cerredo y ascendemos hasta la Horcada de Don Carlos para deslizarnos hasta la de Caín, desde aquí y a media ladera por la falda de los Picos Arenizas llegamos bajo el Tesorero que esquivamos por la izquierda para llegar al Collado de Horcados Rojos. Preparamos el vivac en una buena cueva bajo la imponente pared Sur de Horcados Rojos y como tenemos tiempo nos acercamos al pequeño y minimalista refugio de Cabaña Verónica, en otro tiempo cúpula metálica de la batería antiaérea del portaaviones Yankee USS PALAU, cuantas tormentas habrá resistido aquí Mariano? este donde este siempre te escuchara por su radio.
     
Lo mejor para abrir la gana de comer.
         Después de derretir algo de nieve para hacer la cena nos encuevamos y tomamos un pequeño piscolabis, es el momento de empezar con el vino, el chorizo, el queso y el lomo mientras esperamos a que el agua hierva para la sopa. La sopa nos calienta el cuerpo y el vino el espíritu así que charlamos animadamente sobre lo divino y lo humano ( y de muyeres, claro ) hasta que el frío nos repliega a nuestros sacos.

En la cueva de Horcados Rojos, el segundo vivac.
         Hoy si, el Sol nos saluda y parece que nos acompañara en otra dura jornada de montaña. Raudo desayuno y mochila, que hoy ya nos parece ligera, a la espalda. Remontamos otra vez hasta Cabaña Verónica, no puedo evitar pensar en Mariano, siempre atento a su radio y dispuesto a ayudar o a tirar de las orejas a los nuevos y modernos pseudo montañeros. Como cambian los tiempos, ahora el nuevo guarda tiene gallinas, si si gallinas, de altura claro, vaya huevos ( los de les pites ) y hay que ver la conversacion que le darán en esos largos días de soledad montañera. Atravesamos los Hoyos Sengros por un impresionante lapiaz calcáreo y en seguida  estamos pasando por debajo del Madejuno hasta llegar a la Collada Ancha donde nos envuelve, nuevamente, una densa niebla que apenas nos permite saber donde estamos, tirando de experiencia navegamos hasta el Llagu Cimeru y, rodeándolo, damos con el camino de la Vega de Liordes, al llegar al Collado de la Padierna los cielos se abren y el verde de esta inmensa pradería de montaña lo inunda todo.

El verde de la vega de Liordes lucha con la caliza.
          Paseamos tranquilos, buscando el mejor sitio donde comer algo y descansar antes de la tremenda bajada que nos espera, los Tornos de Liordes, cuesta imaginar que por aquí bajaran carretas de bueyes cargadas con el mineral extraído de las entrañas de Liordes. De pie, en el collado, imaginamos, mil metros mas abajo, el bullicio de la gente. Bajo un Sol justiciero llegamos al coche, una mezcla de alivio y amargura me invade, quisiera correr desnudo sin importarme la gente.

Descansando entre Lirios y Cardos. 
            Algo que termina solo es un inicio y mi cabeza, llena de nubes y montañas, desea que, nuevamente, llegue el día de partir a la montaña. Gracias amigo Rose por estos tres días juntos.

En los Picos la belleza es tan simple como una flor.
           Aquí tenéis el vídeo de la actividad, os vendrá bien para digerir todo este rollo que os acabáis de tragar, si es que lo habéis leído, cabrones, no vale mirar solo los santos.



  Danzad, danzad, malditos, seguro que mas de uno tararea las canciones.



                                                                                              

5 comentarios:

  1. Os deseo un pronto regreso a esos grandiosos lugares que tan bien os alimentan el alma y el espiritu

    ResponderEliminar
  2. Vaya aventura digna de unos espiritus libres como vosotros.

    ResponderEliminar
  3. Después de vet el video y de leer todo el texto, por cierto muy bien narrado no me queda mas que decir que gracias por compartir esa grandiosa aventura.
    una seguidora de Málaga.

    ResponderEliminar
  4. Yo me lo trage todo! !!! Dua dudua!!!! La la la. ... molaaaa....y los últimos videos que son selfies 360°!!??? Buena! !!

    ResponderEliminar
  5. como siempre genial, parece que estoy con vosotros

    ResponderEliminar